Digitalizarse o morir: Cómo plantear un plan de marketing digital desde 0 sin morir en el intento

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’

No puedo empezar este post sin hacer mención de la reflexión sobre la crisis que manifestó en su día una de las mentes más prodigiosas del siglo XX, un auténtico revolucionario no sólo en el ámbito científico, Albert Einsten: La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’.

Corren tiempos difíciles, donde la incertidumbre reina en todos los hogares y, desgraciadamente, la angustia es un denominador común en muchos de ellos. Despidos, ERTES, cierres de pequeñas y medianas empresas, autónomos abandonados a su propia suerte… Muchos de los sectores que sustentan el país han sido duramente dañados: ocio y turismo, automoción, aviación, distribución, sector textil… entre otros. Sin embargo, en este escenario de Caos se ha hecho patente aún más la importancia de lo Digital. En cuestión de unas semanas hemos cambiado de hábitos y nos hemos tenido que adaptar a una nueva era revolucionaria, mucho más avanzada de aquella de la que procedemos, la “antigua” y querida Era Digital. Los eruditos parecen que aún no la han puesto nombre (¿o sí?), así que mientras me voy a tomar la libertad y la voy a titular Era Virtual (sí, no me he herniado pero refleja a la perfección en qué punto nos encontramos). Se trata de una Era forzada, en la que los “abrazos”, las cañas, los entrenos, las reuniones… se han tornado de lo presencial a lo virtual. Es un ciclo que nos ha enseñado otro estilo de vida, otras formas de inter-relacionarlos (y de intra-relacionarnos), otras formas de consumo… la demanda ha cambiado y, por tanto, la oferta de las empresas se tiene que adaptar también.

Es en este contexto donde surgen nuevas oportunidades, pero éstas no llaman a la puerta, hay que buscarlas y tomar ventaja. Me gusta ese refrán que (tristemente) hace reflejo de la realidad que dice “En tiempos de crisis… unos lloran y otros venden pañuelos”. Por desgracia, no todos los sectores son tan proclives  y maleables para subirse al carro de la digitalización, aunque muchos otros,  los cuáles antes del estallido de la crisis no se hubieran imaginado que pudieran cambiar su ámbito de acción (de lo presencial a lo puramente digital), han demostrado con creces durante este confinamiento infinito que pueden virar hacia la digitalización de sus productos. Un salvoconducto esperanzador hacia la salvación de sus negocios.

Y dicho esto, sin más preámbulo (que ya me he enrollado lo suficiente), voy a intentar dar unas pautas para aquellos empresarios/autónomos/personas que estén pensando en introducir su actividad comercial en el mundo digital de una manera más activa y no saben por dónde empezar.

Lo primero de todo, es tener claro los objetivos de negocio (el qué se quiere conseguir) y, a partir de aquí, definir un plan para alcanzarlos (el cómo): la estrategia es el pensamiento y la planificación es el hacer.

Teniendo claros los objetivos, podemos empezar a esbozar un Plan de Marketing, en nuestro caso, Digital. No obstante, si ya se tiene definido un Plan de Marketing general de la empresa, es importante partir de éste para encauzar las directrices digitales con las mismas reglas del juego. Si no se tiene, no te preocupes, el ejercicio que vamos a hacer a continuación puede ser una buena base para asentar un Plan de Marketing digital desde 0.

En los siguientes post hablaré de las diferentes fases que deberemos abordar en nuestro cometido digitalizador:

1. Análisis del punto de partida
2. Objetivos
3. Estrategias
4. Tácticas
5. Planificación
6. Medir, medir y medir!

Ya lo dijo Charles Darwin en su día… “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. Para aquellos que tengáis que re-digitalizaros y el ámbito digital no sea vuestro medio habitual, os recomiendo que os arméis de paciencia, abráis los ojos y la mente a nuevas posibilidades de hacer, si tenéis dudas o no sabéis cómo hacerlo investigad o pedid ayuda y controlad las expectativas (las cosas bien hechas no se construyen de la noche a la mañana!).

Espero poder ayudaros con mi granito de arena 🙂