No puede haber progreso ni logros sin sacrificios, ya lo dijo el escritor filósofo James Allen.
No voy a negar que en estos días he tenido un nudo en el estómago por el cambio que se me avecina, que por cierto, he elegido. Pero todo cambio, como ya escribí en su día, implica una cierta reticencia.
Reticencia a despedirme, en este caso, de un equipo humano tan grande (y no me refiero a volumen, que también) como vosotros, equipo Orange.
Solo me queda daros las gracias por todo: por los momentos que hemos compartido más allá de la pantalla; por las incesantes reuniones que tanto nos gustan; por esos proyectos interminables y retadores en los que nos hemos embarcado juntos; por todo lo que me habéis enseñado; por hacerme aprender más de mí; por ser como sois.
Me llevo un pedacito de vosotros y espero haberos aportado también lo mejor de mí.
Sin cambios, no hay mariposas, así que allá voy, donde me lleven los pies (o alas… o ruedas!).
Un mega abrazo virtual! 🙂
Hola:
Seguro que las huellas de nuestras bicis se cruzan en algún momento… te echaré de menos en el squad aunque suene a cliché.
Sigue con el mismo entusiasmo allá a donde vas, aunque pases por zonas embarradas o bajadas de gravilla suelta, ¡¡aprieta los dientes y tira!!
Lo que no entiendo es como te han dejado marcharte los de Orange… en fin… la vida tiene muchos caminos.
Un abrazo pese al coronavirus.
🙂 Uooohhh Floren!!! Espero que nos crucemos en algún momento, sobre ruedas o sin ellas! Echaré de menos tus reflexiones de las 8 de la mañana jajaja tenlo por seguro! Un mega abrazo, y a seguir a por las subidas y bajadas que nos regala la vida!